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El periodo que me ha tocado conocer la obra de Guadalupe Lopezwongñis está marcado en buena medida, por el entusiasmo de experimentar formas, colores y procesos.... Una abstracción gestual espontánea que vela como en muchas obras de esta corriente; dobles lecturas, imágenes que en una primera mirada son forma, color y, a medida que vamos penetrando en el cuadro, elementos de todo tipo comienzan a aparecer: flora, minerales, arquitecturas.... Son pequeñas líneas que finalmente dejan al espectador completar el proceso que cierra el círculo de una obra. La autora, como muchos creadores, parte de invenciones compositivas y formales que constituyen los encuentros con ese elemento inexplicable que es la creación
- Jesús Ramos Frías
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